El Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia condenó el miércoles, en un comunicado oficial, la destitución de la presidenta brasileña Dilma Rousseff y llamó a consultas a su embajador en ese país, José Kinn Franco.

"El Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia, luego de conocer la decisión del Senado Brasileño de apartar de su cargo a la Presidenta Dilma Rousseff, expresa su profundo rechazo y su condena a ese atentado contra los procesos democráticos de nuestra América", remarcó la Cancillería boliviana.

En el documento, afirma que la destitución de Rousseff "desconoce la voluntad de los pueblos expresada en el voto popular y daña la democracia en un país hermano como Brasil".

"Este proceso de destitución presidencial, calificado por la Presidenta Rousseff como un "Golpe de Estado", fue consumado por un grupo de senadores que en su mayoría se encuentran en procesos judiciales por corrupción", complementa el comunicado.

Por esa razón, el Gobierno de Bolivia decidió "llamar a consultas a su Embajador en la República Federativa del Brasil", José Kinn Franco.

Asimismo, llama a todos los Estados de la región a rechazar los golpes de Estado "suaves" ante el peligro de debilitación de la institucionalidad de la democracia, provocada por oposiciones incapaces de lograr los votos necesarios para formar un gobierno.