El ministro de Gobierno, Carlos Romero, presentó el viernes a cuatro miembros de una banda de atracadores colombianos que fue desmantelada en la víspera en La Paz y que son acusados de asesinar a tres personas y cometer otros atracos violentos en los últimos cinco años en la ciudad de Santa Cruz "Estos atracadores colombianos son acusados de tres asesinatos en Santa Cruz y otros hechos de asociación delictuosa y atracos a mano armada; operaban con motocicletas cegando la vida de las personas utilizando violencia y con frialdad", aseveró la autoridad.

El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de Santa Cruz, Juan Carlos Ramos, calificó a los delincuentes como "altamente peligrosos" y explicó que fueron reconocidos a través de cámaras de vigilancia y testimonios de testigos.

"Estos sujetos hacía seguimiento a personas que sacaban fuertes sumas de dinero de entidades bancarias y seguían a sus víctimas para arrebatarles el efectivo, en caso de resistencia, disparaban a quemarropa a sus víctimas que eran escogidas al azahar", explicó.

Los hechos de mayor relevancia son los asesinatos del mensajero Mario Cuellar García, el 20 de febrero de 2013, en plena plaza 24 de Septiembre; del militar retirado Ausberto Santander, en la zona de Las Hamacas, el 7 de octubre de 2014 y de la estudiante Yarma Alejandra Gutiérrez, en la puerta de la Universidad Ecológica, el 26 de agosto de 2015.

Además se registra, entre los atracos a manos armada, la tentativa de homicidio contra una pareja de menonitas el 1 de octubre de 2014 en las cercanías del Parque Urbano.

El ministro Romero dijo que los delincuentes acumularon más 1,5 millones de bolivianos solo en los casos registrados en Santa Cruz.

Los delincuentes presentados en instalaciones del Comando Departamental de la Policía son Jeison Veloza Cardozo, Luis Eduardo Trujillo Cardozo, Juan Carlos García y Luis Astudillo Gonzales.

Asimismo se informó que del departamento de Trujillo, que acogía al resto de la banda en de Santa Cruz, se incautó el arma que, por sus características, sería la utilizada para asesinar a las víctimas.

Los criminales serán inculpados por los delitos de asesinato, asociación delictuosa y robo a mano armada y podrían ser sujetos a la máxima condena prevista por las leyes bolivianas, 30 años de cárcel.