Noticias de Bolivia. El ex policía Franklin Tola Mamani fue sentenciado a 30 años de privación de libertad sin derecho a indulto por el feminicidio de su concubina Noelia Muriel Escóbar en Cochabamba, informó el miércoles por la noche la representante de la Oficina Jurídica de la Mujer, Jinky Irusta.

"Se ha logrado justicia para Noelia Muriel. Se ha dado 30 años de privación de libertad por el delito de feminicidio al autor", manifestó al finalizar el juicio oral instaurado por el caso.

La muerte de la mujer se registró el 19 de junio de 2014 tras haber permanecido por seis meses en estado vegetativo por los golpes que habría recibido en la cabeza por parte de Tola, quien dijo en su primera declaración que la víctima perdió la vida al caerse cuando quería bajar de su vehículo que estaba en movimiento.

Según Irusta, la condena lograda en el caso se consiguió después de un largo proceso penal en el que la Fiscalía demostró "con prueba documental y testifical fehaciente" que la mujer no falleció al caer de un motorizado como quiso hacer creer el acusado en un inicio.

"No ha sido una caída (la causa de muerte), porque hemos demostrado, por ejemplo, que las prendas de vestir de Noelia nunca han aparecido, ni las botas, ni la polera con que participaba (el día del hecho) en una morenada", sostuvo.

Por su parte, el abogado defensor del ex policía, Cristian Ramírez, anunció que presentará un recurso de apelación restringida para que la condena no sea ejecutoriada.

"Vamos a apelar porque el tribunal de sentencia, existiendo un peritaje donde indica que el hecho (la muerte de Noelia) ha sido por un accidente de tránsito, ha dictado sentencia", aseveró.

El jurista estableció que pedirá, en un recurso legal, que se considere que varios peritos respaldaron la versión de su defendido sobre los hechos.

Los familiares de la víctima expresaron su satisfacción por la resolución de sentencia condenatoria, pero establecieron que "no es nada" porque el encarcelamiento de Tola no hará que Noelia vuelva a la vida.

Una de las secuelas colaterales del caso fue el hecho de que una niña de ocho años quedó huérfana y con traumas, porque reveló que vio por bastante tiempo como su progenitora era golpeada por Tola mientras vivieron juntos.