TIERRA NOTICIAS. La agencia internacional de calificación crediticia Fitch Ratings rebaja la calificación crediticia de Bolivia de “CCC” a “CCC-”, reflejando un mayor riesgo para los financiadores debido a factores como la escasez de divisas, el déficit fiscal y la ausencia de medidas correctivas en la economía.

"La escasez de combustible, los bloqueos de carreteras y el malestar social han interrumpido la actividad económica en 2024. El financiamiento monetario de déficits fiscales amplios plantea riesgos crecientes para la estabilidad macroeconómica, ya que la inflación, que antes era baja, ha comenzado a acelerarse", señala Fitch Ratings.

Según la calificadora, el panorama económico y financiero boliviano es muy grave, situación complicada por las tensiones políticas que se han intensificado en el período previo a las elecciones de agosto de 2025, y las continuas divisiones políticas han impedido la aprobación de nuevos fondos multilaterales.

Aunque Bolivia podría cumplir con los pagos de cupones de eurobonos de $us 110 millones en 2025, Fitch cree que, el país enfrenta mayores desafíos en 2026, cuando las amortizaciones asciendan a $us 333 millones en un contexto de baja liquidez.

Además, la agencia detalló que las Reservas Internacionales Netas (RIN) de Bolivia, al cierre de diciembre de 2024, alcanzaban los $us 1.980 millones, de los cuales solo $us 47 millones corresponden a reservas líquidas, mientras que la mayor parte se encuentra en oro, con un valor de $us 1.890 millones.

"El Banco Central de Bolivia (BCB) ha recurrido a la compra de oro local, adquiriendo 14,5 toneladas en 2024, con el objetivo de refinarlas en el extranjero y liquidarlas para cumplir con los pagos de deuda externa e importaciones", explicó Fitch en su informe.

Según la calificadora, Bolivia tiene riesgos crecientes para la macroeconomía, debido al déficit fiscal y la aceleración inflacionaria. En ese aspecto fiscal, Fitch alertó sobre los riesgos crecientes derivados del financiamiento monetario de los déficits, señalando que "la inflación, que anteriormente era baja, ha comenzado a acelerarse". Bolivia cerró 2024 con una tasa de inflación acumulada del 9,97%, la más alta en 15 años.

"Han comenzado a surgir presiones inflacionarias que durante mucho tiempo han estado contenidas debido a los fuertes subsidios de los principales componentes de la canasta del IPC, debido a la escasez de divisas a la tasa oficial, los bloqueos de carreteras y las condiciones de sequía en 2024. La inflación media en 2024 alcanzó el 5,1%, frente al 2,6% de 2023, y la inflación interanual alcanzó el 10% interanual en diciembre. El tipo de cambio paralelo sigue siendo marcadamente más débil que el tipo de cambio fijo oficial, aunque recientemente se ha estabilizado a un tipo de cambio aproximadamente un 60% más débil que el tipo de cambio oficial", sostiene el informe.

De acuerdo con el panorama de Fitch, la falta de dólares y combustibles, junto con la incertidumbre política por las elecciones de 2025, seguirán limitando el crecimiento económico del país. En ese contexto, "Fitch espera que el crecimiento económico se vea limitado por la actual escasez de dólares y combustibles, así como por el impacto de la inestabilidad social y los bloqueos".

"Prevemos que el crecimiento del PIB real se desacelere hasta el 1,5 % en 2024 y 2025, frente al 3,1 % en 2023. Las perspectivas económicas tras las elecciones de agosto de 2025 y las posibilidades de ajustes de política son inciertas, aunque un ajuste fiscal significativo para hacer frente a los desequilibrios macroeconómicos podría seguir limitando el crecimiento" acota.

Fitch, señala que "un ajuste macroeconómico sólido” podría mejorar la calificación del país, mientras se “implementen políticas que reduzcan las presiones sobre la cuenta corriente y se acceda a financiamiento externo adicional".

Asimismo, la calificadora sugirió que el próximo gobierno deberá encarar un ajuste fiscal estructural para estabilizar la economía y reconstruir las reservas internacionales.

Tierra Plus/rc

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