TIERRA NOTICIAS. Luiz Inácio Lula da Silva renunció a su candidatura presidencial y nombró a Fernando Haddad para sustituirlo en la Presidencia por el Partido de los Trabajadores (PT) para la contienda electoral del 7 de octubre  en Brasil.

"Es ante esas circunstancias que tengo que tomar una decisión, en el plazo que fue impuesto de forma arbitraria. "Estoy indicando al PT y a la Coalición" El Pueblo Feliz de Nuevo "la sustitución de mi candidatura por la del compañero Fernando Haddad, que hasta este momento desempeñó con extrema lealtad la posición de candidato a vicepresidente", escribió Lula en carta que fue publicada por el PT.

El expresidente brasileño cumple una condena de 12 años de cárcel por un caso de corrupción.

Altos dirigentes del PT admitieron que este martes -jornada en que concluye el plazo fijado por el Tribunal Superior Electoral para el cambio de candidato- de seguro que Lula dará un paso al costado en favor de su pupilo político Haddad, exalcalde de San Pablo.

Lula escribió una carta en la que aseguró que Fernando Haddad es "mi voz", la cual fue leída por un actor durante un acto del PT realizado en la noche del lunes en San Pablo.

A continuación reproducimos la carta de Lula:

CARTA AL PUEBLO BRASILEÑO

Curitiba, 11 de septiembre de 2018

Mis amigos y mis amigas,

Ustedes ya deben saber que los tribunales han prohibido mi candidatura a la presidenta de la República. En realidad, prohibieron al pueblo brasileño votar libremente para cambiar la triste realidad del país.

Nunca acepté la injusticia ni aceptaré. Hace más de 40 años ando junto al pueblo, defendiendo la igualdad y la transformación de Brasil en un país mejor y más justo. Y fue caminando por nuestro país que vi de cerca el sufrimiento quemando en el alma y la esperanza brillando de nuevo en los ojos de nuestra gente. Vi la indignación con las cosas muy equivocadas que están sucediendo y la voluntad de mejorar de vida otra vez.

Fue para corregir tantos errores y renovar la esperanza en el futuro que decidí ser candidato a presidente. Y a pesar de las mentiras y la persecución, el pueblo nos abrazó en las calles y nos llevó al liderazgo disparado en todas las investigaciones.

Hace más de cinco meses estoy preso injustamente. No he cometido ningún crimen y he sido condenado por la prensa mucho antes de ser juzgado. En el caso de que no se pueda condenar a nadie por crímenes que no ha practicado, por dinero que no ha desviado, por actos indeterminados, sigue desafiando a los fiscales de la Lava Jato, al juez Sérgio Moro y al TRF-4 a presentar una sola prueba contra mí.

Mi condena es una farsa judicial, una venganza política, siempre usando medidas de excepción contra mí. No quieren arrestar e interdictar sólo al ciudadano Luiz Inacio Lula da Silva. Quieren arrestar e interdictar el proyecto de Brasil que la mayoría aprobó en cuatro elecciones consecutivas, y que sólo fue interrumpido por un golpe contra una presidenta legítimamente elegida, que no cometió un crimen de responsabilidad, jugando al país en el caos.

Ustedes me conocen y saben que yo jamás desistiría de luchar. Perdí a mi compañera Marisa, amargada con todo lo que sucedió a nuestra familia, pero no desistí, hasta en homenaje a su memoria. Enfrenté las acusaciones sobre la base de la ley y el derecho. Denuncié las mentiras y los abusos de autoridad en todos los tribunales, incluso en el Comité de Derechos Humanos de la ONU, que reconoció mi derecho a ser candidato.

La comunidad jurídica, dentro y fuera del país, se indignó con las aberraciones cometidas por Sergio Moro y por el Tribunal de Porto Alegre. Liderazgo de todo el mundo denunció el atentado a la democracia en que mi proceso se transformó. La prensa internacional mostró al mundo lo que Globo intentó esconder.

Y aun así los tribunales brasileños me negaron el derecho que está garantizado por la Constitución a cualquier ciudadano, desde que no se llame Luiz Inácio Lula da Silva. Negaron la decisión de la ONU, desatendiendo el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que Brasil firmó soberanamente.

Por acción, omisión y aplanamiento, el Poder Judicial brasileño privó al país de un proceso electoral con la presencia de todas las fuerzas políticas. Casaron el derecho del pueblo a votar libremente. Ahora quieren prohibirme hablar al pueblo y hasta de aparecer en la televisión. Me censuran, como en la época de la dictadura.

Tal vez nada de eso hubiera ocurrido si yo no lideraba todas las encuestas de intención de voto. Tal vez yo no estuviera preso si aceptase renunciar a mi candidatura. Pero yo jamás cambiaría mi dignidad por mi libertad, por el compromiso que tengo con el pueblo brasileño.

En la Ley de la Ficha Limpia para ser arbitrariamente arrancado de la disputa electoral, pero no dejaré que hagan de este pretexto para aprisionar el futuro de Brasil.

Es ante esas circunstancias que tengo que tomar una decisión, en el plazo que fue impuesto de forma arbitraria. "Estoy indicando al PT y a la Coalición" El Pueblo Feliz de Nuevo "la sustitución de mi candidatura por la del compañero Fernando Haddad, que hasta este momento desempeñó con extrema lealtad la posición de candidato a vicepresidente.

Fernando Haddad, ministro de Educación en mi gobierno, fue responsable de una de las más importantes transformaciones en nuestro país. Juntos, abrimos las puertas de la Universidad a casi 4 millones de alumnos de escuelas públicas, negros, indígenas, hijos de trabajadores que nunca tuvieron antes esta oportunidad. Juntos creamos el Prouni, el nuevo Fies, las cuotas, el Fundeb, el Enem, el Plan Nacional de Educación, el Pronatec e hicimos cuatro veces más escuelas técnicas de lo que hicieron antes en cien años. Creamos el futuro.

Haddad es el coordinador de nuestro Plan de Gobierno para sacar al país de la crisis, recibiendo contribuciones de miles de personas y discutiendo cada punto conmigo. Él será mi representante en esta batalla para retomar el rumbo del desarrollo y la justicia social.

Si quieren callar nuestra voz y derrotar nuestro proyecto hacia el país, están muy engañados. Nosotros seguimos vivos, en el corazón y en la memoria del pueblo. Y nuestro nombre ahora es Haddad.

Al lado de él, como candidata a vicepresidente, tendremos a la compañera Manuela D'Ávila, confirmando nuestra alianza histórica con el PCdoB, y que también cuenta con otras fuerzas, como el PROS, sectores del PSB, liderazgos de otros partidos y, principalmente, , con los movimientos sociales, trabajadores de la ciudad y del campo, exponentes de las fuerzas democráticas y populares.

Nuestra lealtad, mía, del Haddad y de la Manuela, es con el pueblo en primer lugar. Es con los sueños de quien quiere vivir otra vez en un país en que todos tengan comida en la mesa, en que haya empleo, salario digno y protección de la ley para quien trabaja; en que los niños tengan escuela y los jóvenes tengan futuro; en que las familias puedan comprar el coche, la casa y continuar soñando y realizando cada vez más. Un país en el que todos tengan oportunidades y nadie tenga privilegios.

Yo sé que un día la verdadera justicia será hecha y será reconocida mi inocencia. Y ese día yo estaré junto con el Haddad para hacer el gobierno del pueblo y de la esperanza. Todos estaremos allí juntos para hacer el Brasil feliz de nuevo.

Quiero agradecer la solidaridad de los que me envían mensajes y cartas, hacen oraciones y actos públicos por mi libertad, que protestan en el mundo entero contra la persecución y la democracia, y especialmente a los que me acompañan diariamente en la vigilia frente al lugar donde estoy.

Un hombre puede ser injustamente preso, pero sus ideas, no. Ningún opresor puede ser mayor que el pueblo. Por eso, nuestras ideas van a llegar a todo el mundo por la voz del pueblo, más alta y más fuerte que las mentiras de la Globo.

Por eso, quiero pedir, de corazón, a todos los que voten en mí, que voten en el compañero Fernando Haddad para Presidente de la República. Y pido que voten en nuestros candidatos a gobernador, diputado y senador para construir un país más democrático, con soberanía, sin la privatización de las empresas públicas, con más justicia social, más educación, cultura, ciencia y tecnología, con más seguridad, salud, con más empleo, salario digno y reforma agraria.

Nosotros ya somos millones de Lulas y, de ahora en adelante, Fernando Haddad será Lula para millones de brasileños.

Hasta pronto, mis amigos y mis amigas. ¡Hasta la victoria!

Un abrazo del compañero de siempre,

Luiz Inacio Lula da Silva