El administrador del club nocturno 'Katanas' Gustavo Fernández, negó el viernes que su negocio se halle implicado en trata y tráfico de personas para la explotación sexual que denunció, Nohemi Cámara, hija del propietario de ese local.

"Soy el administrador del club nocturno y hemos convocado a la prensa para desmentir a la señorita Nohemi que difamó a nuestras bailarinas que tienen una fuente laboral. Aquí no existe tráfico de personas", declaró el funcionario del local.

Un grupo de periodistas ingresó a ese local impregnado de olor a cigarro y alcohol para escuchar una versión oficial sobre la hija del propietario que denunció en una emisora local la existencia de tráfico de mujeres nacionales y extranjeras.

Aclaró que no son trabajadoras sexuales, sino bailarinas que de acuerdo al espectáculo que brindan a la clientela perciben salario de entre 300 y 500 dólares mensuales, además gozan de beneficios sociales como en cualquier fuente laboral.

Admitió que el funcionamiento de este club nocturno no está legalizado porque la licencia aún está en trámite en las instancias municipales.

Aseguró que prestan sus servicios en el local al menos 30 damas, todas ya mayores de edad, entre bolivianas, brasileras y paraguayas que se presentaron voluntariamente a trabajar.

Garantizó que las féminas cumplen con requisitos que exigen las normas.

Entre esos, anotó que presenta informe periódico a la Oficina de Migración y la presentación de la vista de trabajo ante el Ministerio de Trabajo.

Además, que las bailarinas se someten a exámenes sanitarios y cuenta con su registro sanitario.

Las mujeres con el rostro tapado con una bufanda y manteniendo en reserva su identidad, coincidieron en decir que algunas trabajan por necesidad, que se presentaron voluntariamente, en algunos casos a ocultas de su familia.