Las comunidades campesinas en Bolivia experimentan desde hace tiempo las consecuencias del cambio climático, para reducir la vulnerabilidad de sus medios de sustento, la Liga de Defensa del Medio Ambiente (LIDEMA), a través de sus Instituciones Miembro, implementó en 15 municipios rurales del país, 4 líneas de acción estratégica para hacer frente a los efectos adversos del clima, según se informa en boletín institucional.

La implementación de estas líneas de acción se ejecutó en el marco del programa denominado "Reducción de la Vulnerabilidad de los Medios de Vida ante el Cambio Climático - PRV" que contó con apoyo de la cooperación sueca.

De acuerdo a Marisabel Paz Céspedes, Coordinadora Ejecutiva de LIDEMA, el programa se implementó bajo el principio de que la reducción de la vulnerabilidad de los medios vida ante los impactos del cambio climático, sólo pueden ser efectivas si las acciones son desarrolladas de manera participativa, y con el compromiso de todos quienes son parte de la comunidad. "Solo así las comunidades, especialmente las más vulnerables, pueden tener mayores oportunidades para mejorar su capacidad de respuesta frente a los fenómenos que se constituyen en amenazas para sus medios de vida", sostuvo.

La Coordinadora explicó que luego de un trabajo previo de identificación de las necesidades y capacidades de las comunidades para enfrentar el cambio climático, el programa PRV promovió que comunarios de 15 municipios del país, ejecuten cuatro líneas estratégicas de acción para hacer frente a los efectos del cambio climático: Manejo de Recursos Hídricos, Seguridad Alimentaria, Manejo y Conservación de Suelos y Manejo y Conservación de Bosques.

Las líneas estratégicas de adaptación al cambio climático fueron desarrolladas bajo los ejes temáticos: Primero el rescate de tecnología y saberes ancestrales, una práctica de los pueblos indígenas y comunidades locales como alternativa para afrontar los efectos climáticos adversos. Segundo el fortalecimiento de las capacidades locales con énfasis en la participación de género y generacional a fin de que puedan adquirir mayores conocimientos, competencias y aptitudes que les permitan estar preparados ante las amenazas climáticas.

Entre los resultados obtenidos esta la implementación del programa PRV permitió beneficiar a 1.440 personas que habitan en los municipios de: Pucarani e Inquisivi del departamento de La Paz llevadas adelante por las ONG´s PRODENA y SEMTA; en el municipio de Totora, Cochabamba, implementada por PAAC; El Torno, San Julian, San Matías, Porongo en Santa Cruz, ejecutadas por CIMAR, FIDES, FNKM, MHNNKM; El Choro y Machacamarca en Oruro por la Pastoral Social Caritas y CEPA; en Vitichi, Potosí, por la ONG SOPE; Uriondo y Villamontes de Tarija por VIVE Y CERDET; San Ignacio de Moxos, Beni por CIDDEBENI; Yamparaez, Chuquisaca por ASE, y en el municipio de Bella Flor, Pando, por la ONG Herencia.

Otros resultados son el Manejo de Recursos Hídricos.

Tras un trabajo previo de rescate de sabidurías ancestrales y el fortalecimiento de las capacidades locales para luchar contra el cambio climático, con apoyo del programa PRV, las comunidades participantes incorporaron en sus labores diarias actividades integrales que les permitieron, por ejemplo, obtener agua de forma segura y eficaz tanto para su consumo propio, la de sus animales como para sus cultivos a través de la estrategia Manejo de Recursos Hídricos.

En el marco del proyecto las comunidades construyeron: Pozos para el aprovechamiento de agua subterránea, Wijiñas, una técnica ancestral para la acumulación de lluvia para consumo de los animales; Tanques para la cosecha de agua de lluvia de techos de las viviendas; purificadores solares de agua; edificación de presas; estanques; canales de riego; sistemas de micro riego.

Seguridad Alimentaria

Mediante la estrategia de Seguridad Alimentaria, las comunidades realizaron actividades ecológicas consistentes en la diversificación de cultivos y la utilización de abono orgánico como el humus en huertos, comunales, familiares y escolares. Crearon, asimismo, bancos de semillas para garantizarse la producción de una variedad de alimentos saludables y por tanto la seguridad alimentaria.

Manejo y Conservación de Suelos

Para evitar la erosión de suelos, que éstos sean más fértiles y de buena calidad para la siembra de cultivos, los comunarios ejecutaron la estrategia Manejo y Conservación de Suelos que les incentivó a incorporar técnicas y métodos agrícolas ancestrales como la construcción de camellones en la región del oriente boliviano y terrazas o takanas en la zona altiplánica para reducir la degradación y mejorar las condiciones del terreno. También construyeron zanjas de infiltración, control de riberas y la utilización de abono orgánico, entre otros.

Manejo y Conservación de Bosques

A través del Manejo y Conservación de Bosques, el PRV coadyuvó a que las comunidades rurales llevaran adelante sistemas agroforestales consistentes en la siembra de especies maderables y frutales mediante la producción de plantines en viveros comunales que permitieron la regeneración paulatina de los suelos para el fortalecimiento de la biodiversidad, la captura y almacenamiento de dióxido de carbono y la restauración de la cobertura forestal, el control de cuencas y micro cuencas, la disminución de la erosión hídrica y la generación de microclima que a mediano plazo ayudará a controlar los efectos adversos de las heladas, sequías y lluvias intensas que afectan a los cultivos y ecosistemas.

Según, Marisabel Paz, Coordinadora Ejecutiva de Lidema, a partir de la implementación del PRV se generaron cambios en las comunidades rurales para que alcancen una mayor resiliencia, es decir, la capacidad de adaptarse y superar situaciones adversas frente a los daños que puedan ocasionar a sus medios de vida las sequías, inundaciones, erosión de suelos y otros.